25-octubre-2004 Mª Teresa R.S. de Catral
En Septiembre de 2003, oí hablar de ti, Rebeca; no conocía nada de tu vida. Por pura casualidad fui a la misa que se hizo en Granja de Rocamora, por tu aniversario.
En esas fechas me angustiaba algo relacionado con mi hijo. Entre nosotros: un malentendido, a la par que se metía en una empresa demasiado fuerte para sus posibilidades.
Tenía que vender todo lo que tenía, aún sin saber el resultado que esto iba a suponer. Lo puse todo en tus manos, para que si era la voluntad de Dios, y para su bien, todo le saliese bien, sin tener que poner en venta lo que poseía.
Por el favor recibido, quiero dar gracias, un año después. Mi hijo tiene su empresa como soñó, trabajando mucho, pero contento por lograr lo que se propuso.
Además de realizarse como persona, se ha realizado como buen hijo cristiano.
Mª Teresa R.S. (Catral -Alicante-)