15-abril-2009 Hna. Mª Teresa de la Trinidad desde Alba de Tormes
Recibí tu carta que me llenó de alegría, alegría que se convirtió en gran gozo al enterarme del motivo de la misma. Mi más cordial enhorabuena para todos. Cuando Rebeca se fue con Dios, el vacío que dejó debió ser grande… Ahora, ante el anuncio de una posible glorificación, la alegría tiene que ser profunda, verdadera. Sí, es una gracia de Dios… Así son las cosas…
Al ir iban llorando, canta el Salmista… (Él nos lo dijo claro: Si el grano de trigo no muere queda solo, infecundo… pero si muere da mucho fruto). Al volver vuelven cantando, trayendo sus gavillas. Ahora veis los frutos de la vida santa de Rebeca, y eso que tan sólo está incoado el proceso de Beatificación, es decir, empiezan a despuntar los frutos de aquella espiga que fue ella. Rebeca se dio, se olvidó de sí misma, y Dios, que no se deja vencer en generosidad, la colmó de gracia hasta transformarla en Él para Gloria del Padre y salvación de las almas.
Mil gracias por hacerme partícipe de vuestro gran gozo. No lo merezco. Rebeca, como Él, pasó haciendo el bien, dándose a los niños como catequista, a sus amigos y amigas, siendo una buena compañera, una buena hermana y mejor hija… a todos los que tuvieron la suerte de cruzarse en su camino… Mil gracias por el libro. Lo leí y me gustó muy mucho. Conviene que la conozcan los niños, los jóvenes y los mayores… Todos podemos aprender de ella unas cuantas virtudes. La humildad, la sencillez, la caridad y el olvido de sí, por citar algunas de las virtudes de que el Señor la dotó para su bien y el de todos aquellos que tenía en su entorno.
Sí, es para mí un gran gozo el haberla conocido. Mil gracias por las estampas, las damos a los grupos que vienen a visitar a Ntra. Sta. Madre. Rebeca creo que resulta una “santa” atractiva para todos los públicos, y espero en Él, se beneficien o nos beneficiemos muchos, al conocer su pequeña gran historia.
Reiterándoos a todos mi más cordial agradecimiento por hacerme partícipe de este gran gozo, me uno a vosotros dando gracias al Señor por la gran merced que os concede en primer lugar a vosotros pero también a toda la Iglesia.
Pido en mi pobre oración para que el proceso vaya adelante sin interrupciones y pronto podamos ver a Rebeca inserta primero en el número de los beatos y después en el de los santos, para gloria de la Stma. Trinidad y provecho de las almas. Un abrazo en Jesús y María.
Mª Teresa de la Santísima Trinidad, o.c.d. (Alba de Tormes -Salamanca-)