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La estela de una sonrisa

La estela de una sonrisaLa estela de una sonrisa es la primera biografía sobre Rebeca Rocamora Nadal que se publica. En ella late su corazón. La autora, una de sus hermanas, con lenguaje sencillo y transparente, a través de sus recuerdos y vivencias familiares, va conduciendo sin esfuerzo al lector hasta la culminación de la obra de Dios en esta joven, que tanto puede decir hoy a quienes necesitamos modelos cercanos para emprender el camino de la santidad.

Es de Editorial Ciudad Nueva.

Con prólogo de Mons. Rafael Palmero Ramos.


En Multimedia puedes encontrar más información acerca de la publicación de La estela de una sonrisa.


Las palabras de nuestro Obispo sobre la lectura del libro…

He podido leer con calma y una a una -lectura espiritual muy provechosa- las páginas que Laura Rocamora ha escrito sobre su hermana REBECA. Recomiendo la lectura a todas las familias cristianas. ¿Por qué? Porque esta biografía, bien concebida y redactada, es un auténtico libro de familia.

En familia, compacta y unida, estructurada sobre el sólido fundamento del matrimonio, nació, creció y maduró esta muchacha de sonrisa permanente. De valentía poco común ante situaciones humanamente adversas. De idas y venidas, vueltas y revueltas, en torno siempre a lo esencial. De fidelidad a la gracia, que ayuda a gozar, ya en la tierra, de Dios y de los dones de Dios.

No sólo los miembros de su familia, también los niños y niñas de la catequesis supieron formar en Granja de Rocamora un racimo apiñado en torno a ella. Se reforzaron así, en aquel momento, en la parroquia, los lazos fuertes de la sangre que corría por sus venas. Con los pequeños sintonizaron igualmente en aquel momento, los muchachos y muchachas del entorno.

Joven de nuestro tiempo y joven ejemplar, esta moza de la huerta, nos ha dejado perfectamente dibujada una herencia valiosísima: la estela de su sonrisa.





+Rafael Palmero Ramos
Obispo de Orihuela-Alicante



También se ha dicho de él…

¡Hola! Soy una lectora subscrita a la revista “Ciudad Nueva” desde hace bastantes años, y en la de este mes he visto el título del libro “La estela de una sonrisa”. Me llamó la atención el título y lo compré en la librería de D. Bosco, en Vigo. La verdad, no me costó mucho buscarlo, a la primera lo encontré. Tengo que decirle que me encantó. ¡Lástima que no lo conozca todavía mucha gente, joven y no tan joven! Les felicito a la autora y familia, y ojalá existieran más personas como Rebeca. Que pida por nuestras hijas jóvenes desde el Cielo. Un saludo.

Charo
Vigo (Pontevedra)



Es un libro precioso que me ha servido de lectura espiritual. Rezuma todo el libro un halo de misterio, de gracia, de sobrenatural, de transcendencia, de tal modo que me he visto enganchado, pues cinco minutos que tuviera libre entre actividad y actividad, me iba directo a aprovechar su lectura.

En el transfondo del libro aparece una persona, joven, llena de delicadeza, de finura, de sabiduría no humana sino la que proviene del Espíritu. Felicito a la autora por cuanto ha vertido y muy bien vertido en esas 252 páginas, que indican la sintonía y la cercanía entre un alma y otra, pues parecen gemelas. Su modo, fondo y forma, de describir y expresar, indican la altura y la profundidad humana y espiritual para poder, con transparencia, darnos el perfil, el retrato y el talante de Rebeca. Buena radiografía nos ha hecho de ella.

Considero un don y un tesoro haber podido adquirir el libro, pues personalmente me ha hecho mucho bien.

Antonio Rocamora Sánchez
Párroco de San Bartolomé de Petrer (Alicante)



He leido de un tirón la biografía de Rebeca. Felicito a Laura, su autora, pero felicito particularmente a ustedes, padres de Rebeca. Creo que todos los cristianos podemos estar contentos de tener una santa más. ¡Impresionante! Con admiración y cariño.

Felipe García Gallardo
Benidorm (Alicante)



He leído con muchísimo interés y gozo el libro de la vida de la catequsita Rebeca Rocamora, muerta a los 20 años, que entregó su vida en un acto de fe y de amor incondicional por Jesús y por la Iglesia… Yo también soy catequista y profesor de religión, y me he quedado totalmente edificado por la vida tan entregada y tan santa de esta joven. Ya he recomendado la lectura de este libro a varios catequistas más, para que con su ejemplo nos entreguemos incondicionalmente al Señor y a la Iglesia, acogiendo, enseñando la palabra de Jesús y amando a nuestros niños de hoy, tal como son, para que sigan y amen siempre a nuestro mejor Maestro y Amigo.

A mí personalmente, me ha dado un impulso enorme para entregarme más a Jesucristo en la catequesis y en la vida. Rebeca no estudió la relación con Dios: ella vivía en comunión de amor y de fe con Jesús, que es lo esencial. Deben promover ya la causa de beatificación de esta muchacha que pasó por la cruz para vivir ahora en la resurrección. Pido yo su protección.

Jesús Baeza López (Madrid)



Termino de leer el libro “La estela de una sonrisa”. No resisto el deseo de escribirles. Fui a la Librería Diocesana. Me llamó la atención un libro, llevando en la portada la fotografía de una joven que sonreía de una manera muy bonita. Pregunté a la encargada y no lo había leído, pero… me lo compré.

Desde el primer momento me cogió fuertemente por dentro. Enhorabuena a la autora. Tiene una pluma ágil, amena, sencilla y agradable. He devorado la lectura del libro. Ni que decir tiene que a la encargada de la Diocesana voy a decirle que aconseje su lectura a mayores y a jóvenes, a sanos y enfermos, pero sobre todo… a jóvenes enfermos.

¡Qué maravilla Rebeca! ¡Eso es una santa de primera categoría! Yo me voy a encomendar a ella. Creo que, después de su muerte, va a mandar la lluvia de rosas, como Santa Teresita. Mucho bien hizo durante su vida, pero no va a ser menos su protección desde el cielo.

Me ha hecho mucho bien su lectura. Ya he prestado el libro y seguiré dándolo a conocer. Este es el mensaje que lleva mi carta. Dando gracias a Dios porque Rebeca es una de esas filigranas que salen de las manos de Dios y que Él manda de vez en cuando a la tierra.

Felices padres y felices hermanas que la han tratado tan de cerca y han sido testigos de su heroicidad. Me uno muy de corazón a ustedes en el recuerdo de Rebeca y les repito que a ella encomiendo mis deseos de cumplir en todo la voluntad de Dios. Un abrazo.

Mª Consuelo Egido (Valladolid)



No es casualidad, es el Señor quien pone a personas, almas en nuestro camino como heraldos de su amor… Entré en una librería religiosa y me encontré de frente en la estantería, el libro de Rebeca con esta sonrisa que parecía invitarme a su amistad.

Siempre tenemos que estar a la escucha del Espíritu Santo; sabía que Dios, por su medio, quería decirme algo… y cuando ví también quien escribía el prólogo, no dudé en comprarlo. Me sigo encomendando a Rebeca, es una amiga que sé la tengo en el cielo y esa amistad nunca falla… No sabemos si entra en los designios de Dios verla en los altares, de momento es un testimonio vivo. Verdaderamente llegó a la unión con Dios sin ella saberlo, como son los humildes. Cuando comencé a leer el libro, me enganché hasta terminar, ahora, con más reposo, lo vuelvo a leer. Le encomiendo a mis sobrinos y a mi familia.

Sagrario Ramos
Talavera de la Reina (Toledo)



Mi vida ha dado un giro maravilloso gracias a Rebeca. Desde el cielo ella nos ha mirado a mi familia y a mí, y jamás me cansaré de darle gracias y de amarla como la amo. Leí el libro, y desde el mismo instante que lo acabé, sentí que ya no era la misma. Bendigo la hora en que ese libro cayó en mis manos, y no por casualidad. Mi nuera ha leído el libro tres veces y no me lo quiere dar… En mi vida hay alegría, comprensión, amor y ganas de luchar. Y en mi corazón una luz especial y unas ganas enormes de hacer el bien. Todo eso me lo ha dado ella: Rebeca.

Josefina
Novelda (Alicante)



EL LIBRO ME LO REGALARON EL DÍA DE REYES EN UN ACTO BENÉFICO PARA LOS CATEQUISTAS, Y QUÉ MEJOR DÍA PARA RECIBIR UN REGALO COMO ES “LA ESTELA DE UNA SONRISA”, ESA SONRISA QUE DESDE QUE COMIENZA EL LIBRO HASTA QUE ACABA, NO SE ME QUITA DE MIS LABIOS.

ME IMPRESIONÓ MUCHO CON LA HUMILDAD, ALEGRÍA Y FE CON QUE REBECA LLEVÓ TODA SU ENFERMEDAD, CÓMO EN LOS MOMENTOS DIFÍCILES SE AFERRA A DIOS CON TODAS SUS FUERZAS, Y CÓMO SU MADRE JUNTO A ELLA, CON UNA ENTEREZA INMENSA, ES EL APOYO INCONDICIONAL DE SU TESORO, TESORO DE ELLA Y AL MISMO TIEMPO DE JESÚS.

ME ALEGRA HABER PODIDO LEER EL LIBRO Y HABERME ENRIQUECIDO DE TODO LO QUE EN ÉL SUCEDE Y EL COMPORTAMIENTO DE REBECA HACIA EL PRÓJIMO. ME EMOCIONA MUCHO QUE COMIENCEN SU PROCESO DE CANONIZACIÓN, PUES HA DEMOSTRADO CON SU FORMA DE SER Y SU VIDA, SER UNA PERSONA DE TAN BUEN CORAZÓN Y DE TANTO LLEVAR EL SUFRIMIENTO DENTRO, QUE ES LO MEJOR QUE DESDE LA TIERRA TODOS NOSOTROS PODEMOS HACER POR ELLA. AGRADECER AL OBISPO DON RAFAEL HABER TOMADO TAL DECISIÓN.

MUCHOS BESOS A LAURA, A Mª ROSI Y DESDE AQUÍ OTRO PARA REBECA, QUE SÉ QUE EN ESTOS MOMENTOS ME AYUDA A PODER EXPRESARME ASÍ. OS QUIERE ESTHER.

ESTHER SÁNCHEZ
ALBATERA (ALICANTE)



Hola, he leído el libro y me ha gustado mucho ¡qué persona más extraordinaria! Todo un ejemplo para la gente joven. Voy a dejar el libro en la biblioteca de la parroquia para que la gente sepa y conozca la vida de Rebeca. Lo terminé ayer, justo el día de su cumpleaños.

Milagros Barrachina
Cocentaina (Alicante)



Estoy a mitad del libro, me impresiona mucho y no puedo dejar de leerlo porque siempre tenía una sonrisa, aun estando enferma y tenía mucha fuerza de voluntad. También he ido a ver a Rebeca al cementerio, me llevó mi primo, que fue el que me dejó el libro.

Yo tengo a mi padre enfermo desde hace muchos años. Está transplantado de riñón, lleva dos prótesis, una en la cadera y otra en la rodilla, y las otras dos que le quedan no se puede operar para ponérselas, y muchas cosas más. Va en silla de ruedas porque casi no puede andar. Sólo le pido a Rebeca que le de fuerzas y que nunca se venga abajo.

Aunque no lo he terminado de leer, lo poco que he leído, es un libro estupendo y doy la enhorabuena a su hermana, porque aunque se trata de la enfermedad de su hermana, es un libro bellísimo.

Noelia



Hace unos días que he regresado de América y me he encontrado la grata sorpresa de su carta y su obsequio. Ni que decir tiene que en el próximo número que sea posible, seguramente Abril, aparecerá la reseña biográfica de Rebeca. He comenzado a leer el libro y no puedo por menos de felicitarle y declarar mi admiración por Rebeca.

Quiera Dios podamos verla en los altares, pues sabemos que un ángel así está junto a Jesús, que le sonreirá.

Fray Luis Miguel García Palacios, o.p (Palencia)



Mil gracias por el libro. Lo leí y me gustó muy mucho. Como bien dices, puede hacer mucho bien. Conviene que la conozcan los niños, los jóvenes y los mayores… Todos podemos aprender de ella unas cuantas virtudes. La humildad, la sencillez, la caridad y el olvido de sí, por citar algunas de las virtudes de que el Señor la dotó para su bien y el de todos aquellos que tenía en su entorno.

Hna. Mª Teresa de la Santísima Trinidad, o.c.d
Alba de Tormes (Salamanca)



Por una estampa que encontré en una parroquia de Alicante conocí la existencia de Rebeca y de un libro sobre su vida; lo compré y me encantó, transmite una paz, una serenidad… Dan ganas de ser mejor y de amar más al Señor. La vida de Rebeca me parece como un soplo de María, me parece que a través de ella se transparenta la Virgen.

Mª del Carmen Grueso (Alicante)



Nos impresiona vivamente la vida de la sierva de Dios Rebeca, y nos mueve a alabar a Dios y darle gracias por darnos estos ejemplos de santidad. Desde el primer momento nos atrajo su vida tan exquisita para donarse a Dios y tan sencilla y cercana, con la alegría de quien vive totalmente abandonado al querer de Dios. ¡Dichosa ella!

Madres Carmelitas Descalzas
Santiago de Compostela (La Coruña)



Mi opinión sobre el citado libro, a mi personalmente, me ha transmitido unos valores, muy especialmente a través del ejemplo de Rebeca, tan importantes como los siguientes: dulzura, humildad, agrado, delicadeza, paz, amor a Dios, ardiente caridad, saber convertir la fe en obras, alegría, bondad y generosidad. Todo esto unido al sufrimiento de tanto dolor sin perder la sonrisa, queriendo sufrir todo ella para que los demás no sufrieran; con esa aceptación tan admirable, donde se ve el grado tan alto de verdadera cristiana, hasta ¡morir como una santa! para mí, y creo que para cuantos lean el libro. Tiene un mérito muy especial… era una niña, y sólo quería la voluntad de Dios. Deseo que tanto chicos como chicas y también mayores, tomemos el ejemplo que nos ha dado a todos. Yo me he encomendado a ella, y le rezo con la máxima devoción, tengo la seguridad de que me ayudará…

Mª Visitación Rodríguez
Plasencia (Cáceres)



Muchas gracias por enviarme la biografía de Rebeca que me emocionó mucho y no la solté hasta acabarla. En ella se manifiesta el amor entrañable que mantenía unida a la familia en torno a Rebeca, y a ésta con el resto. La sencillez, el candor y la aceptación de la voluntad de Dios, el estar unida esa niña con sus enormes sufrimientos a la Cruz Redentora de Jesús, fue una víctima propiciatoria que el Señor tomó en sus manos y la llevó a la cumbre de la santidad sin perder nunca su cariñosa sonrisa, reflejo de la íntima unión con Él… Tenedme al corriente de cómo va el proceso. Yo tengo su estampa a los pies de mi Cristo Crucificado en mi mesa de trabajo.

Carmen Nuño (Madrid)



Acabo de terminar el libro. Lo primero que me impresionó de él fue que vi cómo la cara de Rebeca me sonreía desde la portada. Después, leí el libro en dos días. Te agradezco mucho que me lo hayas enviado porque la vida que relata es una maravilla. Qué grado amoroso tan perfecto y elevado y qué sabiduría para encajar el dolor y rebajarlo por debajo del amor y la alegría. Es una santidad sin defectos la que aparece en el libro. Una niña todo amor. Su sonrisa calienta el corazón.

Blanca (La Coruña)



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