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22-agosto-2009 Carmen I.C. de Granja de Rocamora

Mi nombre es Carmen. Es la primera vez que me encomiendo a Rebeca para pedirle con fe su ayuda, y me lo ha concedido.

No salgo de mi asombro, era la segunda vez que me presentaba a oposiciones de magisterio para la especialidad de Educación Infantil, y he conseguido plaza. Sólo llevaba unos meses trabajados como interina y desde que empezaron a finales de junio los exámenes, siento como si ella me hubiera llevado de la mano hasta el final.

Tenía que sacar una nota muy buena para conseguirlo y así fue, cosa que nunca esperaba, dados los resultados de la anterior oposición, que fue desastrosa. Además, este año a penas he tenido ayuda para preparar el examen práctico, en mi academia había por las ochenta personas y no tenía ni idea de si lo que había preparado estaba bien o no, mi preparadora no pudo ayudarme hasta el final.

He de añadir que educación infantil no es mi especialidad, yo tengo la carrera de educación física; esto aún lo complica más.

Todo empezó el día que fui a casa de Rebeca, hablé con sus padres y ellos, muy amables, me dejaron entrar a su habitación, donde me encomendé a ella y le pedí que si no podía sacar la plaza, cosa que me parecía imposible, me ayudara y me diera fuerzas para no abandonar y seguir hasta el final. Ya que lo estaba pasando realmente mal, porque mi situación personal y familiar me tenía agotada.

Y sin saber por qué fui superando un examen tras otro con éxito. Mi tribunal lo tuvo claro conmigo desde el principio, pero yo no daba crédito a lo que estaba sucediendo.

A mediados de julio recibo un mensaje del sindicato “Anpe” diciendo que había obtenido plaza, al día siguiente me piden disculpas por la equivocación, y finalmente, cuando ya me había hecho a la idea de que otra vez sería, no pasaron ni cuatro días, recibo el último mensaje: oficialmente tengo plaza, había quedado en antepenúltimo puesto.

Doy fe de que lo que he sentido es la presencia de Rebeca que me ha acompañado hasta el último momento para concederme el favor que le pedí. ¡Gracias Rebeca!

Espero poder ayudar con mi testimonio para su beatificación.

Carmen I.C. (Granja de Rocamora -Alicante-)