23-abril-2009 Anónimo
Para tí, Rebeca, ejemplo de sencillez, resignación, alegría ante la adversidad y la enfermedad. Que tu fe inquebrantable sirva para que este pobre hermano sepa escoger el camino de la fe, el perdón divino, y a superar mi enfermedad. Y sobre todo a recuperar la alegría que tú nunca perdiste. ¡Nunca dejes de protegerme!