26-mayo-2006 Ángeles C.T. y Ramón M.C. de Orihuela
Sabemos que Rebeca sentía especial predilección por los niños. Tenemos dos preciosas niñas, y desde que mi esposo y yo supimos la existencia de ambas, las hemos puesto bajo la protección de Rebeca.
Cuando mi hija mayor (tiene 4 años) se fracturó la clavícula con 14 meses, nos dijo el médico que tenía que llevar un vendaje que le cubriera el brazo izquierdo y todo el pecho, y no debía mover el brazo para que soldase bien. Nos encomendamos a Rebeca para que no quedasen secuelas, y la niña, durante mes y medio, llevó estoicamente aquella venda.
En nuestras oraciones, en nuestro corazón y en nuestra vida siempre está presente.
Ángeles C.T. y Ramón M.C. (Orihuela -Alicante-)