Mayo-1998 Ana R.B. de Granja de Rocamora
Tenía un pequeño obstáculo, que no me dejaba emprender mi vida laboral. Era una asignatura del último curso de carrera. La penúltima vez que me examiné iba muy nerviosa. Abrí la cartera y la foto de Rebeca no la encontraba. Verdaderamente iba muy poco preparada.
Yo le comenté a Rebeca antes de empezar: -No voy preparada. Ayúdame si crees que me lo merezco. No quiero regalos sólo dame la recompensa según esfuerzo hecho-, y cómo verdaderamente no me lo merecía, no aprobé.
La última vez que me presenté, cuando llegué al examen sentí una paz interior y una claridad, que le dije: -Ayúdame a que me concentre, que no me ponga nerviosa y que todos los conocimientos que yo adquirí en su momento, salgan en orden, y me salga un buen examen-.
Pues como si estuviese sentada a mi lado, empecé aquel examen tan horroroso, que tantas veces había suspendido. Me ayudó hasta el punto que me relajé y aprobé…
Hay quien no sabe que se puede escuchar sin oír y ver sin mirar. La siento, aquí está. Lo digo delante de quien haga falta… Creo que nos tiene ahora a sus compañeros y amigos, más cariño que nunca.
Ana R.B. (Granja de Rocamora -Alicante-)