20-septiembre-2009 Mª Visitación R.S. de Plasencia
Tengo un hermano que vive en Madrid. Unos de los días que vino a verme, venía muy nervioso, me quedé muy extrañada al verle tan mal; sólo sabía decirme que había venido otra vez y no estaba en casa.
Le dije: “He tenido que salir para hacer unos recados, porque hayas vuelto una vez más no pasa nada”. Él seguía con sus nervios (muy alterado) así que opté por callarme.
Estaba mi sobrino delante (su hijo), éste me hacía señas para que no hiciese caso, pensé que algo le podía ocurrir y lo pagaba conmigo.
Cuando se marchó yo no dejaba de pensar qué sería lo que le pasaba. Estaba muy preocupada de verle tan mal como le ví, me puse a rezar y recurrí a Rebeca; pidiendo que ella intercediera por él, que lo calmase y que el próximo día que viniese, yo lo encontrara normal.
Yo seguía con mi petición a Rebeca… Así hasta que pasados unos días volvió todo sonriente y normal. Se lo pedí con tanta fuerza, con fe en que Rebeca me ayudaría…
Para mí no hay duda, estoy bien segura de que nuestra Rebeca le tranquilizó. Dios se lo concedió por mediación de Rebeca.
Yo le rezo todos los días desde que recibí su estampa, tengo mucha fe en ella, mis lágrimas me lo demuestran cuando la tengo en mis humildes manos. ¡Bendito sea Dios!
Mª Visitación R.S. (Plasencia -Cáceres-)