22-julio-2008 Adolfo Alcalde desde La Coruña
No sé cómo agradecer las atenciones y generosidad al enviarme puntualmente la preciosa biografía de la encantadora Rebeca, que me puse a saborear la amenidad de sus páginas: unos recuerdos apasionantes de su preciosa vida, nunca mejor titulada que la “estela” que ha dejado tras de su perfumada espiritualidad.
Es verdaderamente ejemplar su atrayente comportamiento de finuras de una santa vida de juventud envidiable…
Es una doble alegría, saber que de Roma se ha recibido el beneplácito para el proceso informativo (nihil obstat) sobre la santa vida de Rebeca.
Es necesario trabajar mucho para que pronto puedan conocerla y pedir su intercesión ante el Señor para que surja algún milagro… Se efectuará, sin duda, y podremos ver en los altares ese Ángel que se necesitaba en el Cielo más que en este valle de lágrimas.
Adolfo Alcalde (Boiro -La Coruña-)