Manuel C.R. de Alicante

A Rebeca la conocí en la Unidad Infantil del Hospital Puerta de Hierro en el año 1986. Allí estábamos todos los niños juntos en una gran habitación. Teníamos también una gran sala en la que jugábamos, comíamos, veíamos T.V., etc. Todos éramos muy amigos.

Rebeca destacaba porque siempre estaba alegre y sonreía mucho. A todos nos animaba. Jugaba con los más pequeños, e incluso ayudaba a darles de comer. Siempre se portaba bien con todos.

Recuerdo, que en la sala habían 3 o 4 sillones por los que todos nos peleábamos cuando veíamos T.V., y que nos daba mucha rabia cuando una enfermera nos levantaba para poner a un niño más enfermo o con sueros. Ella nunca dudaba a ofrecer su sitio a los demás.

Cuando salíamos los domingos por la tarde a pasear, siempre iba rodeada de niños y a todos nos animaba con sus cancioncillas y su sonrisa. Hasta en los momentos peores sonreía.
Después de salir del Hospital, seguimos viéndonos. Cuando nos juntábamos con nuestras familias, pasábamos buenos ratos, pues ella nos contagiaba su alegría.

Siempre se tomaba las cosas de la mejor manera y le veía el lado bueno. Era muy buena, alegre, voluntariosa y tenía tanta alegría y tanta fe, que nos la contagiaba a todos.

Manuel C.R. (Alicante)