Los alumnos del Colegio San José de Cluny descubren a Rebeca
La historia de Rebeca sigue calando en los corazones de los más jóvenes de nuestra diócesis de Orihuela-Alicante… Y esto sucede gracias a personas como Pili Martínez, una profesora del Colegio de San José de Cluny, en Novelda (Alicante), que tras descubrir fascinada ella misma a Rebeca, después de leer su biografía “La estela de una sonrisa”, ha querido compartir con sus alumnos de 4º de la ESO este “tesoro” y darla a conocer… Ni corta ni perezosa, encargó 23 ejemplares de este libro, uno para cada uno de sus alumnos, porque quería (según sus palabras) “compartir este cercano y gran ejemplo de santidad”.
Esta pequeña iniciativa recibió muy pronto una gran respuesta por parte de l@s muchach@s: comentarios en los pasillos del colegio sobre el libro, un mar de preguntas a la profe sobre Rebeca… Y el deseo común de conocer a alguien que la hubiera tratado más de cerca y les hablara en primera persona sobre cómo era… ¿Y qué mejor que pedir a Laura, una de sus hermanas y autora del libro, que nos hable de ella? Debió pensar Pili…
Y para todos ha sido una experiencia inolvidable… El pasado miércoles 21 de marzo por la tarde, tenía lugar esta pequeña charla sobre el testimonio de Rebeca a este grupo de alumn@s y algún que otro adulto que también se “coló” en la clase. Primero con la presentación de un vídeo biográfico que pusiese “cara” a esas palabras que habían leído en el libro, después un intercambio de impresiones, algunas preguntas, el momento de plasmar esta bonita vivencia en una fotografía… Y hasta la petición común de que Laura no se marchase sin dedicarles a cada uno su libro. Se respiraba un clima de total interés y entusiasmo, como si Rebeca hubiese pasado por aquella aula iluminando sus corazones, pues hasta sonó el timbre que anunciaba el final de la clase y nadie se movía de su silla, impactados por tener un testimonio de fe así de cercano y alegre.
¡Ojalá cunda el ejemplo! Ahora les pasamos a ell@s la palabra para que nos cuenten qué les ha sugerido la vida de Rebeca:
“Este libro me ha parecido interesante, te hace pensar en lo valiosa que es la vida y en que hay que aprovechar cada momento porque puede que no se vuelva a presentar. También me ha hecho ver que hay gente que en las peores situaciones es capaz de sacar una sonrisa, como era el caso de Rebeca”.
“Es una historia preciosa, llena de ternura y aprendizaje. No es cualquier historia o vida en la que se cuentan unos hechos, sino una en la que se te enseña que el Señor siempre lo tendrás. Que si ayudas con una mano, ese favor te lo devuelven con dos, que no valen pensamientos negativos, porque si los vemos positivos, entre nosotros y la ayuda de la gente de nuestro alrededor, se nos hará más fácil el camino. A mí personalmente me ha aumentado un poco más la fe… Me hubiese encantado conocerla porque una persona así no hay en cualquier lado y tenerla en cuenta en nuestros corazones vale mucho la pena”.
“El libro me ha gustado, me ha gustado mucho la historia de cómo Rebeca se tomó su enfermedad y de cómo ha influido en la vida de quienes la rodean. Me ha enseñado a que hay que afrontar lo que venga y que hay que aprovechar la vida al máximo, también me ha enseñado a valorar más a mi familia y a ser un poco más detallista, como lo fue Rebeca. También me ha gustado mucho que cuando estaba enferma, no se preocupaba mucho de su aspecto y siempre miraba el interior. Rebeca siempre veía el interior”.
“Me ha gustado porque es una historia interesante que nos puede ayudar mucho como ejemplo de santidad, y que no hay que perder la sonrisa bajo ninguna circunstancia, y aprender a afrontar los hechos que van surgiendo”.
“Hasta en los peores momentos ha estado pensando en Dios y todo lo que ha hecho, lo ha hecho por él”.
“Esto, desde luego, es un ejemplo de bondad y fortaleza. Es un libro que nos enseña a ser mejores personas con los demás, a no tener miedos, odios ni rencores, y a proclamar más nuestra fe”.
“El libro de Rebeca me ha gustado mucho, sinceramente. Me llevo con esta lectura una gran satisfacción por haber conocido a esta niña o mujer, y digo mujer por la madurez que mostraba. Me ha conmovido mucho cómo una persona puede llegar a tener tanta fe en Dios y tanto amor por los demás. No he visto nunca alguien igual… Que una persona tenga tanta serenidad y humildad en una enfermedad como ésta. Mucha gente, en otros casos, le hubiese echado la culpa a Dios, ella, en cambio, cada vez aumentaba más su fe”.