Juan José P.R. de Granja de Rocamora (Alicante)

Tal vez, yo he sido el más privilegiado de todos los compañeros de colegio. Pues, aparte de compartir buenos momentos, como amigo, los he compartido como parte de su familia.

Rebeca, ¿qué contar de ella?… Pues lo que hay que contar, ella lo dejó bien claro, mediante su maravillosa forma de ser. Sólo me viene a la mente una palabra que la definiría con total exactitud y belleza, pureza y dulce modestia, y es la palabra “Ángel”.

Ella, te hacía sentir especial, justo cuando más lo necesitabas, pero lo hacía sin que nadie se sintiera descuidado. Rebeca era ese lucero que te guía durante la noche, con intensidad, bondad, amistad, amor, fe, siempre con ganas de ir adelante y siempre, siempre deleitando, como música al oído.

Rebeca sabía que nunca estaría sola. Encontró en Dios su camino, su fuerza, su fe, su amor y quería transmitirlo con sencillez y dulzura, y siempre con un toque mágico que te arrastraba e incluso te impregnaba de Él. Tal vez, el ser modesto, sea una maravillosa cualidad, ella era un precioso ejemplo a seguir.

Todos los que la conocimos, hemos perdido mucho, pero hemos ganado tanto con su cariño y amistad que siempre la tendremos todos presente, en nuestro recuerdo y nuestro corazón.

Rebeca, era capaz de envolver en magia un momento, una situación. Sus ojos eran la llave de nuestros corazones. Siempre te conseguía robar una sonrisa y te impregnaba de un cariño sincero.

GRACIAS POR EXISTIR.

Juan José P.R. (Granja de Rocamora -Alicante-)