Nuestro Obispo anima a conocer a Rebeca a un grupo de jóvenes

Los días de Navidad que estamos finalizando, han sido jornadas festivas que suelen ser aprovechadas para disfrutar en familia, para descansar de la rutina diaria o incluso para viajar… Algo así es lo que han experimentado un grupo de 16 jóvenes de nuestra diócesis esta semana en los ejercicios espirituales a los que asistieron del 2 al 5 de enero en la Casa de Espiritualidad “Betania”, en Orito, aunque de manera un poco distinta.

Llegaban de diversos puntos de nuestra provincia: Elche, Novelda, Villena, Vega Baja o Benidorm, además de Polonia. Chicos y chicas llenos de vitalidad con deseos de encontrarse personalmente con Dios, hecho Niño por nuestro amor, “disfrutando” como en una pequeña familia a través de la fraternidad, “descansando” el corazón en el silencio y “viajando” hasta lo más profundo de sí mismos para estar atentos a la voz del Señor.

El tema de estos ejercicios, que fueron impartidos por varios sacerdotes, fue la santidad. Santidad a la que todos los cristianos estamos llamados, también los jóvenes, como nos recordó el Santo Padre en la JMJ de Madrid. Precisamente, al inicio de los mismos, en la tarde del día 2, los muchachos recibieron la visita del Obispo Diocesano, Mons. Rafael Palmero, que muy agradablemente, estuvo saludando, conversando y rezando con todos ellos.

En sus palabras tuvo un claro recuerdo al testimonio de vida de Rebeca, animando a que la conocieran más de cerca por medio de la lectura de su biografía e informarles de algunas gracias que se han obtenido últimamente por su intercesión. Agradecemos a nuestro Obispo su entusiasmo en animar a nuestros jóvenes a desear ser santos mostrando siempre el ejemplo de testigos contemporáneos que nos ayuden a avanzar con confianza por el camino de la fe, como es el caso de Rebeca.