Tomás S.A. de Granja de Rocamora (Alicante)
Conozco a Rebeca desde el día en que nació y de ella puedo decir que siempre, desde muy niña, ha destacado por su humildad, alegría y por sus ganas de seguir adelante, cualidades que se acentuaron aún más en los últimos meses de su vida.
La convivencia con ella era una inyección de vitalidad, nunca exteriorizaba lo que quizás, sentía en su interior y eso que desde pequeña empezó a sufrir. Los ratos que solía estar con ella, siempre hacía muestra de su alegría y de sus ganas de vivir, contando sus proyectos, sus planes para el futuro, casi siempre vinculados con la Iglesia, los estudios y los niños, por los cuales sentía un gran afecto. También era muy importante para ella el poder ayudar a sus padres.
El último de sus viajes a Madrid, en el que Rebeca sólo iba para pasar una simple revisión, fue el definitivo. Todos creíamos, y particularmente yo, que sólo sería eso, una simple revisión; pensábamos que cualquier síntoma grave ya habría desaparecido, pero no fue así.
La noticia fue un golpe muy fuerte, tanto para su familia como para los que la conocíamos de cerca, sin embargo ella lo siguió llevando con esa entereza que le caracterizaba, hasta el último momento.
Nunca hubo ningún gesto de desamparo, ni un solo quejido, ni de tipo físico ni moral; moral que en días la veíamos más acentuada, como si todo aquello no fuera con ella, pues en algunos momentos, hasta tenía palabras de apoyo para los que estaban junto a ella día tras día. Nunca jamás dio por perdido un minuto de la lucha que mantuvo por poder seguir dándonos alegrías a todos, como ella era.
Tomás S.A. (Granja de Rocamora -Alicante-)