Celebramos el 2º aniversario de la apertura de la Causa de Beatificación y Canonización de Rebeca

Nos encontramos en vísperas del día en que se abrió en nuestra diócesis de Orihuela-Alicante el proceso de canonización de Rebeca hace un par de años, el 14 de marzo de 2009.

Nos gustaría que en esa jornada, todos nos uniéramos en oración al Señor para que esta causa siga caminando y avanzando hacia adelante como hasta ahora. Los frutos que el ejemplo de Rebeca está despertando en los corazones es abundante y por ello damos las gracias a Dios.

Una muchacha como cualquiera de nosotros que dio su respuesta afrontando desde la fe cuanto se le ponía por delante, con la alegría de saberse hija de Dios, con la fuerza para llevar la cruz sabiendo que, aunque no se tenga salud, el corazón siempre es capaz de amar, y con la generosidad de transmitir esa profunda experiencia a los más pequeños de la catequesis parroquial.

La Comisión Promotora de su Causa se ha reunido recientemente y son bastantes los proyectos a llevar a cabo en esta tarea de difusión que el Señor quiere que trabajemos, especialmente con la mirada puesta en la próxima Jornada Mundial de la Juventud. Os los iremos ofreciendo poco a poco, ya que son muchas las personas que desean profundizar más en la historia de Rebeca para conocerla mejor y acogerse a su intercesión.

Nuestro Obispo, Don Rafael Palmero, nos anima a ello: “os pido que pongáis todos el máximo interés en ello, ya que la figura de Rebeca está siendo conocida dentro y fuera de nuestra diócesis y, a mi juicio, está llamada a ejercer mucho bien en miles y miles de jóvenes, que se abren a la gracia, especialmente en los días previos y en la celebración de la JMJ, ya cercana… Tarea que es vuestra, sí, pero que está llamada a ser, si Dios quiere, de todos. Con sincero afecto en el Señor. +Rafael”

Con este deseo y con el empuje de estas hermosas palabras, queremos seguir trabajando en difundir la fama de santidad de nuestra joven Sierva de Dios. Que Rebeca nos siga mirando con una sonrisa desde el Cielo y nos eche una mano.